Libertad condicionada

1

 

Los límites condicionan la libertad, y gracias a ellos, existe. Tú libertad acaba dónde empieza la de otro. Mucha gente pretende amarrar y dirigir a las personas pensando que de ese modo se quedarán para siempre.  Cada persona construye, hace y rehace su propia vida. Hay que saber adaptarse y respetar la forma de vivir de los demás, ya que cada uno deberá aprender por si sólo dónde están sus límites.

Cualquier clase de amor debe ser tolerante y respetuoso, dejar de lado por un instante tu manera de ver las cosas e intentar comprender, compartir, y de esa forma apoyar la manera de ver las cosas de la otra persona.

Todo esto es mucho más fácil.

Al final, el rencor y el orgullo agotan.

 

 

Dejarse llevar

 

one way

 

Cuando juegas con la experiencia de tu parte y aún así cometes los mismos errores una y otra vez porque no eres capaz, porque “No” es imposible ¿qué haces?

A pesar de todo sigo creyendo que huir no es la solución, que por muy poco que crea en el destino, pienso que algo más grande como es la voluntad de cada uno sigue jugándonos malas pasadas.

Sin querer queriendo siempre uno va a atraer aquello que desea. Con el simple hecho de no decir que “No” ya ha tirado un poco de la cuerda.

El único camino…dejarse llevar que la voluntad llegará.

Our secret place

friends corner

Foto: Mar García Álvarez

Sólo es un camino el que recorremos. Párate, mira, piensa, decide y echa a correr. No mires atrás y llegarás a nuestro lugar secreto.

Y de nuevo Peepall en #Justo en ese momento#

If you already know my limits

And desire to go a bit further

Look for me in the deep dark caves

Those that heal my broken circuits

 

 

Calla y hazlo

 

loveç

 

Foto: Mar García Álvarez

Nada es eterno. Gracias a eso podemos avanzar. No podríamos vivir todas las etapas de nuestra vida si nos estancásemos en una de ellas. Por eso, aunque a veces la forma de acabar esa fase nos agobie o nos resulte difícil, es necesario. Hay millones de cosas que debemos hacer y el tiempo no espera a que estemos preparados. Nos adaptamos para que esa nueva etapa no pase sin que nos demos cuenta y nos la perdamos, porque no vuelve.

Es verdad que no siempre se tiene el privilegio de poder disfrutar de todas ellas por motivos que no elegimos y que nos vienen dados. Ya sea por el lugar dónde hayas nacido, por golpes que la vida te de sin previo aviso, por oportunidades a las que no puedes agarrarte…con más razón hay que avanzar y tratar de ilusionarnos y ver el lado positivo a todo, ya que cualquier cosa lo tiene por escondido que parezca estar.

Por cuestiones lógicas, si algo termina, empezamos algo nuevo. Y puede ser peor o mejor pero siempre distinto. Es una historia más. Viajar, conocer gente o hacer cosas que nunca pensaste que harías es lo que nos ayuda a no estancarnos y disfrutar de lo que hay a nuestro alrededor. Porque seguramente no tendrás la misma oportunidad dos veces. Siempre hay opciones pero no iguales. Aprovechad todas y así no llegará el día en el que digas…”me hubiese gustado…”

Calla y hazlo.

Cree

carri street

 

Foto: Mar García Álvarez

No os parece injusto que a estas alturas, en una sociedad tan “avanzada”, las mujeres sigan ganando menos dinero que los hombres, por el simple hecho de ser mujeres; que mientras unos se ceban estas navidades con comida y bebida en abundancia, otros dan gracias por poder comer algo una vez al día; que nosotros podamos disfrutar de una sanidad donde la tuberculosis, el sida o la malaria tengan cura o, al menos remedio, mientras que en las tres cuartas partes del mundo el 98% de la gente muera por esas enfermedades; que padres tengan que elegir alimentar a sus hijos y morir por ello mientras cuatro tienen el resto del dinero malgastado o invertido para ganar aún más. ¿Qué coño pasa?

Lo peor de esto, es que la gente lo ve “normal”. Ve imposible establecer un equilibrio. Cuando las personas tienen esa convicción es cuando realmente no hay nada que hacer. Es como en la película “Descubriendo Nunca Jamás”… “creo, sí creo” cuando los personajes no creen en las hadas, éstas mueren. ¿Qué pasa si no crees en el equilibrio? ¿Si no crees en un mundo de igualdad de oportunidades? Dejamos de la lado a la mayor parte de la población y es justo en ese momento cuando ellos, como las hadas, se apagan.

Aunque tú no lo sepas

IASI

 

Foto: Mar García Álvarez

Las personas no cambian. Sólo, si es necesario, cambian sus costumbres, su horario, su estilo de vida, su alimentación etc. Pero el fondo de la esencia que les hace ser esas mismas personas no cambia nunca.

Si es expresivo lo será siempre, si no lo es, no lo será nunca por naturaleza. Si alguien resulta ser un hipócrita, prepotente, mentiroso o cínico lo seguirá siendo estudie, trabaje o no haga nada. Por el contrario si alguien es buena persona, humilde y honesto afortunadamente también lo será siempre.

Esto es algo que nos cuesta asimilar. Seguramente en algún momento habrás pensado que podrías cambiar a alguien. O que simplemente con el paso de los años cambiaría. Y no puede ser. Todos podemos mejorar nuestra actitud y nuestra forma de vivir; pero nuestra forma de ser, es instintiva. No lo podemos controlar.

Por eso mismo hay que elegir bien a las personas que queremos en nuestras vidas y tener en cuenta esto que te digo. O las quieres tal y como son, a pesar de sus defectos, o búscate a otros. La primera opción es la más “romántica” pero la menos práctica. Sólo sirve para un par de personas que realmente te hayan aportado cosas buenas en tu vida y merezca la pena; la segunda opción te da libertad, la posibilidad de conocer cosas nuevas y conocer a gente que te complemente mejor.

Esto no quiere decir que no haya gente buena, de hecho…

…la gente que sigue (de verdad) contigo a estas alturas es la que seguramente merezca la pena.

Quique González – Aunque tú no lo sepas

 

Esas personas

FLORES FUENTE

PINTADA PARED

 

Foto: Mar García Álvarez

Hay personas que durante toda nuestra vida han estado con nosotros. Ya sean familiares o amigos.

Es importante tener en cuenta a esas personas que aun habiendo pasado años y años, a día de hoy están en cualquier momento.

Puede sonar algo típico pero no es ninguna tontería. Si tenemos la suerte de tener a gente que, a pesar de nuestras gilipolleces y mayores defectos, nos perdona, nos sonríe, y nos quiere sí o sí, hay que aprovecharlo. Es una razón y muy contundente para dejar de hacer el idiota por lo que no merezca la pena.

A esas personas se las reconoce por la forma en la que te hacen reír hasta que lloras, porque a pesar de no verlas a menudo tienen el don de abrazarte y hacer que te olvides de todo. No te dan consejos, te dan su tiempo.

No todo el mundo tiene esa suerte, y no te darás cuenta hasta que sientas el frío que se siente cuando nadie te da su abrigo.

ni San “pensé”, ni San “creí”

 

 

Foto: Mar García Álvarez

Siempre me ha gustado mucho la frase: San “pensé” y San “creí” son santos a los que no se les debe rezar nunca.

Es una frase que se puede utilizar en cualquier situación. Nuestro primer instinto al hacer algo que no deberíamos haber hecho es decir…”es que yo creía que…” “es que yo pensaba que…”

Deberíamos dejar de creer y pensar tanto. Sabemos perfectamente lo que está bien y lo que está mal. Lo que nos conviene y lo que no. Y si no hacemos lo que sabemos que está bien, es porque no queremos. No hay más.

No hay justificación razonable ni lógica para ciertas cosas. No hay que darle más vueltas. Lamentablemente la sociedad en general es injusta y siendo sinceros, no se hace nada, no porque sea imposible, si no porque no se quiere.

El equilibrio es imposible

(Nueva York) Foto: Mar García Álvarez

Hoy dejo una canción que no he parado de escuchar en todo el fin de semana. ¡Como no! de Ivan Ferreiro. “El equilibrio es imposble”

Confía en mí, nunca has soñado
poder gritar y te enfureces
es horrible el miedo incontenible

Entonces ven, dame un pedazo
no te conozco cuando dices
qué felices qué caras más tristes…
qué caras mas tristes…

Ella sabe y presiente
que algo ha cambiado
¿donde estás?
no te veo es mejor ya lo entiendo
ahora ya no me lamento, no sigo detrás
¿para qué?
si cada vez que vienes me convences
me abrazas y me hablas de los dos…
y yo siento que no voy
que el equilibrio es imposible
cuando vienes y me hablas de nosotros dos
no te diré que no yo te sigo
porque creo que en el fondo hay algo…

Ella no me imagina, cazando en los bares
viviendo deprisa, para qué para qué
si cada vez que vienes me convences
me abrazas y me hablas de los dos…
y yo siento que no voy
que el equilibrio es imposible
cuando vienes y me hablas de nosotros dos
no te diré que no
yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo…
Oh! oh!
yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo…

Confía en mí nunca has soñado

poder gritar y te enfureces

es horrible el miedo incontenible

Entonces ven
dame un abrazo no te conozco cuando dices
qué felices qué caras más tristes…
qué caras más tristes…

Obnubilado

 

Foto: Mar García Álvarez

Hay veces que si miras durante un rato al mismo punto, tus ojos se nublan y te quedas en un estado de obnubilación momentánea…¿No os ha pasado nunca?

Dejas de ver con nitidez y hasta que alguien no te grita o interactúa contigo, estás medio dormido.

Pero con esas cosas hay que tener cuidado. Porque muchas veces ese estado, en el que estás tan a gusto, no te deja ver nada más. Y en ciertas ocasiones ese estado dura mucho más que un simple momento de obnubilación. Sin embargo, siempre siempre habrá alguien que te grite para intentar sacarte; y en el peor de los casos te darás en toda la cara con eso que no quieres ver y a la fuerza tendrás que enfocarlo bien para poder seguir caminando.

Y justo en ese momento te sentirás aliviado al entender ¡Por fin! que no merece la pena.

Iván Ferreiro

“No se olvidó ni tampoco repitió,
sus errores se perdieron
como el amor.

Y, aunque nunca tuvo claro
si había sido bueno o malo,
cómo iba a recuperar.

El tiempo que se va nunca volverá
ni aunque tú te empeñes,
aunque no lo tengas claro y quieras escapar.”